domingo, 21 de agosto de 2016

PÉRDIDA DEL PROCESO CIVILIZATORIO Y EXCLUSIÓN.APUNTES

La única evidencia cierta de la vida es la muerte,la desaparición física,sin que se pueda constatar  de manera fehaciente esta realidad.
Desde los tiempos más obscuros de nuestra historia,nosotros,los estúpidos seres humanos,vagamos de forma errática a través de tierra y espacio.
Hasta el presente,con muchos más desaciertos que afortunados hallazgos.
Llevamos una pesada carga,la búsqueda de la supervivencia con mejoras en la  vida,mezclada con la peor barbarie destructiva.
Durante años pareció que el siglo XIX fue el tiempo de la degeneración más total,posiblemente por ello fue entonces cuando nacieron las grandes doctrinas y movimientos sociales que dieron origen a la consideración del hombre como sujeto de la Historia.
Con todos los matices necesarios,hablamos de temas muy importantes tratados con una idea de síntesis,aproximarnos a esa realidad ayuda a despejar incógnitas más profundas.
Ahora,en el tiempo presente,el triste testigo de la vesania del siglo XIX ha pasado a ser atributo del siglo XX.
Dos guerras mundiales,múltiples parciales,casi todas activas,sintetizan la realidad que comenzó a definirse en el XIX,llegando en el presente a la locura total,a la destrucción por la destrucción.
El siglo XIX definió el presente de una realidad diseñada desde la Alta Edad Media,cuando se origina en esencia la criminal connivencia entre  el poder terrenal y el religioso.
Religioso,que no espiritual.
Dicen que la religión nació del miedo,muy posiblemente es uno de sus ingredientes principales.
Otra cosa es lo inmanente,ese espacio que ocupa huecos en nuestra vida,llevados por la necesidad de comprender,o al menos intentarlo,la desaparición física,el cambio físico de la materia.
En el mundo antiguo la religión ocupó un lugar fundamental en el desarrollo de las civilizaciones,trátese de los grandes Imperios hidráulicos o los pueblos nómadas creadores de los dioses meteóricos.Los habitantes de los grandes espacios abiertos,bien en zonas montañosas o llanas,desiertos o selvas,costas o nieves perpetuas.
Y se entiende,no es la misma visión de la realidad,tampoco son iguales las condiciones geográficas,físicas.
El grupo,la tribu,crea la divinidad a la medida de sus necesidades.
Grandes pensadores nos han dejado ingentes cantidades de datos, en un intento de aproximación a la comprensión del modo de ser y vivir de los diversos grupos humanos.
Hasta la Alta Edad Media,expansión geográfica,mejora económica determinan los grandes movimientos conquistadores,habitualmente tiránicos y excluyentes.
La Edad Media supone un retroceso muy importante en cuanto a medios,al igual que es el tiempo en que la religión,asociada al poder terrenal,avanza hacia un proceso continuado de exclusión y condena.
El terror pasa a ser condición sine quanum para el control de todas las formas posibles de poder.
No fue un proceso homogéneo,tuvo diferentes tiempos en según que área geográfica se desarrollase,pero el fondo y las formas guardan curiosas similitudes.
El factor numérico tampoco influyó de manera clara en la aplicación de ese poder,digamos que a similitudes evidentes modificaciones adaptadas a la circunstancia.
Por acotar espacio, nos movemos en la franja geográfica  donde mayor evolución humana se produjo,la que abarca toda Europa,Medio Oriente,África  del Norte,Asia Central y Mesoamérica,todo esto tomado con la prudencia que exige sintetizar un gran periodo de tiempo.
Como decía,nos encontramos con grandes afinidades en cuanto a la forma de administrar el poder y su complicidad total con el estamento religioso,que lleva no solo a una interdependencia mutua,sino también al fanatismo más profundo en aras de la conservación del poder político,traducido en privilegios excluyentes,dominio total desde el punto de vista social,acaparación de tierras y exclusiva propiedad de hombres y haciendas.
El Feudalismo es uno de sus logros más evidentes,las aberraciones a las que da pie, uno de sus ejemplos más miserables.
Hablar a pinceladas es complejo,máxime si nos referimos a historia humana,pero si aquello es casi imposible  de comprender,esto lo es aún más.
Siglo XX,Cambalache,que dice la canción,mucho de esto hay.
El siglo XX es,básicamente, el paroxismo de todo lo anteriormente vivido.
A grandes desigualdades grandes revoluciones.
A grandes resistencias múltiples guerras de destrucción masiva,sin mayor trascendencia,en la medida en que no se atiende al tradicional método de ataque y defensa,por razón de expansión económica,no al menos en su totalidad.
Entramos en un nuevo proceso,el poder por el poder,caiga quien caiga y al precio que sea.
Es decir,la expansión física acompañada permanentemente por los Cuatro Jinetes,sin fin real,como fruto de unas minorías de poder totalmente desquiciadas por el olor de la sangre.
Los objetivos pretéritos han desaparecido.Como Liliput,hace tanto tiempo de la guerra que ya nadie recuerda sus orígenes,pero generales y constructores de armas están demasiado contaminados como para distinguir ya entre lo necesario,urgente o inútil.
Este siglo XXI es la extensión del la vesania del XX,mismos perros con diferente collar.

Se entremezclan las guerras del momento,la crueldad extrema,la desigualdad salvaje,con el acaparamiento criminal de bienes y riqueza  en tal cantidad que dejan en nada los expolios pretéritos.
En las subastas de Arte se pagan sumos exorbitantes por obras que en muchos casos no sacaron del hambre a sus autores.
En medios tecnológicos el espionaje es un valor al alza,también en el político,pero este es como más repetitivo,conocido de viejo y con escasa imaginación.
Se compran tierras por aquello de mirar por el futuro,hoy muy indefinido.Se expropia o mata a sus dueños en función de dinámicas creadas en mesas de trabajo de despachos lejanos.
Los humanos han pasado a ser,lisa y llanamente,daños colaterales,cifras movibles o números a ocultar.
Justicia,Equidad,Fraternidad,ni están ni se las espera.
Y llegados a este punto la evidencia es trágica.
Hemos sustituido la cultura del conocimiento,aprendizaje,convivencia, por la barbarie del obscurantismo más criminal,por acción u omisión.
No es que fuésemos por el camino progresivo del avance humano,pero al menos entonces veíamos ráfagas  de luz de vez en cuando,las que ayudan a otear mejor el sendero.
Ahora,valores éticos son sustituidos por la avalancha del consumismo feroz,el espectáculo de la muerte en directo,el abuso más total hacia los más indefensos.
Y esa esperanza a la que durante tanto tiempo nos hemos agarrado,como la cuerda tendida en el abismo,lleva camino de extinguirse en el aire.
La escasa moral que campea en los organismos internacionales,entiéndase,de acuerdo a parámetros clásicos,está tan contaminada que la Sociedad de Naciones se ha convertido tiempo ha en un triste remedo de aquello para lo que fue creada.
Criminales notorios la instrumentalizan en función de sus intereses.
Los ganadores de la II Guerra Mundial, a pesar de lo mucho que han cambiado ellos y sus intereses,siguen ejerciendo un derecho de veto  utilizado como arma de destrucción masiva hacía cualquier intento,por parte de países terceros ,de avanzar y crecer en desarrollo y medios.
Paradójicamente,nunca hemos vivido mejor que ahora,nunca hubo tantos habitantes en el planeta,nunca existieron tantos medios para sobrevivir de forma digna.
Pero,he ahí la cuestión,no entra en los intereses de los grandes criminales que la Justicia sea un referente vital,ergo....
Mucho por decir,más por analizar,pero el tiempo obliga a sintetizar lo inabarcable.
Porque todo y todos tenemos un límite,y estamos jugando con el tiempo de reserva.

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