miércoles, 16 de agosto de 2017

LA LUCECITA DEL PALACIO DE EL PARDO

Existen hechos que siempre duelen,que siempre dolerán,pero de tiempo en tiempo es bueno recordar especialmente.
Llevamos semanas oyendo hablar del Pazo de Meirás y de su propiedad y uso.
Vaya por delante el profundo desprecio que siento por las dictaduras,cualquier forma de dictadura,y la reala de parásitos que pululan a su alrededor.
Dicen,y lo creo,que los niños son esponjas,que absorben todo lo que sucede a su alrededor.
De ahí el espanto que supone ver a millones de niños sometidos a los peores excesos,niños que no conocen otra forma de vida más que el abuso y que en un futuro practicarán lo mismo que han hecho con ellos,lo cual nos aboca al peor de los infiernos.

Pero ahora voy a comentar con sorna e ironía lo que significó para muchos de nosotros la lucecita de El Pardo,la espera gozosa de la desaparición del dictador,alias el Enano Siniestro.

Y todo viene de aquella infancia,de aquella niña que en el silencio de una casa casi vacía oía hablar a los adultos de asuntos que no entendía,a excepción de lo evidente,que allí pasaba algo que no era bueno para  nadie.
Hambre,persecución,huida,los que se "marchaban",términos todos que significaban  soledad,por muy hermoso que fuese el paisaje,casi lo único que no estaba prohibido.
Mi tío Diego Antonio,republicano radical,se reunía de vez en cuando con sus amigos en casa y hablaban con ira.

Tendrían unos dieciocho años,y casi veinte cuando se embarcaron en una goleta para huir a Venezuela.la odisea dio la vuelta al mundo.En alta mar el Capitán enfermó,Diego era el único con ciertos rudimentos de medicina.Sin medios,con una navaja le abrieron,tenía peritonitis,solo pudieron asistir a su muerte y sepultarlo en el océano.
La nave quedó a la deriva,entre todos,eran media docena,no reunían conocimientos suficientes para navegar bien,surcaron las aguas llevados por la Corriente del Golfo y aparecieron en San Salvador de Bahía.
Esa fue la noticia que se publicó.
En España se dio a conocer como "emigrantes ilegales"

Mi padre fue a recoger a su hermano y le llevó a Caracas,donde vivió desde entonces,casó con una venezolana,y fue republicano siempre.
Cuando lo reencontré,cuando murió el dictador,llegamos a la conclusión de que,dada mi trayectoria posterior,escuché mucho de aquellas conversaciones y las practiqué a conciencia.

A pesar de que mi tío abuelo Diego me decía en los 60"Si quieres dedicarte a la investigación histórica ni te cases ni te metas en política"Con la prepotencia estúpida de la juventud pensé que podía hacerlo todo,pero no, Diego tenía razón.

Volviendo a los últimos días del dictador y su recua.
Aclaro,en aquel tiempo Madrid era un sin vivir de noticias  diversas.
A la incertidumbre del futuro inmediato,se veían sables por todas partes,la secreta no se escondía,decían que había listas.
Al cúmulo de rumores se sumaba la información que iban pasando los "tapados"
El dictador estaba en un Hospital,un médico le hizo una  fotografía que recorrió Madrid como la pólvora.Se veía un saco de huesos enchufado a un montón de cables,con la inconfundible cabeza de garbanzo tan bien conocida.
Dicen que la hicieron para denunciar lo que estaba haciendo Villaverde,prolongar su vida hasta tenerlo todo atado y bien atado,no solo la parte política,también la económica.

Al parecer Villaverde quiso un cargo político que le fue denegado.El derecho de pernada no daba para tanto.

Cuando ya estaba in extremis, lo sacaron del Hospital y lo llevaron al Pardo,para que muriese en su cama.
Y entonces llegó lo de la lucecita.
Se dijo que habían puesto una luz en la ventana que permanecería encendida mientras respirase el dictador.
Se ignora cuando murió realmente,puesto que eran los tubos los que prolongaban la agonía.
Yo era incapaz de sentir piedad por él,pero reconozco que la visión impactaba.
Entonces se puso en marcha un como especie de turno de vigilancia para dar la buena nueva en cuanto se apagase la luz.
Por la noche,pasadas las diez,nos acercábamos al Pardo con la excusa  de comer algo en un restaurante que allí había.
No seríamos más de 20 o 30 personas,"acompañados" por la "secreta" de siempre,con sus gabardinas y sus pistolones en la cintura,bien visible el bulto.
No nos dejaban acercarnos a la verja,lo impedían guardias situados al otro lado.
Así que con un frío de los buenos,nos paseábamos de un lado a otro,mediando alguna botella que ayudaba a la espera,y pasábamos el rato confiados en que la luz se apagaría estando allí.
Por mi parte esto duró como semana y media,cuando decidimos seguir esperando a cubierto.
El ambiente se había enrarecido mucho,ya era muy evidente para los polis que no estábamos allí compungidos,muy al contrario.
A la segunda noche de la vigilia,enfilábamos la carretera hacía la verja,cuando en el frente se abrió la cancela principal y comenzaron a salir camiones contenedores totalmente cerrados.Nos tuvimos que parar en el lateral a la espera de que pasasen.
Entonces el turno se hizo doble,esperábamos en la carretera a que pasasen los camiones,lo hicieron todos los días que fuimos,los contábamos y a continuación íbamos a la lucecita.
Alguien llevó un día una botella de champagne,decían que estaba a punto,lo vio un policía y nos echaron,a algunos les pidieron el DNI.
El palacio debió de quedar vacío,dado el tamaño de los camiones y su número.
No pasaron dos semanas cuando "Carnicerito de Málaga" con cara compungida y ojos llorosos anunció aquello de"Españoles,Franco ha muerto"Entonces,bien que brindamos a pesar de las muchas incertidumbres que flotaban en el ambiente.
Ahora hablemos del patrimonio de tan "ilustre familia"
En Madrid,además de las viviendas de las que se apropiaron después de la guerra,tenían un palacete en Torrelodones,en lo alto de una colina,era como el monstruo de Frankenstein pero en Arte.
Durante años se fue llenando con todo tipo de obras de arte,tanto cuadros y muebles como columnas,capiteles,retablos,etc,bien conocidos estos detalles por los especialistas que seguían la pista a lo que desaparecía de otros lugares.
Creo recordar haber visto en la Revista Goya algunas piezas fotografiadas.En su,prepotencia,no se molestaban mucho en disimular.
Muerto el dictador,la casa comenzó un proceso imparable de desmantelamiento hasta dejarla en  esqueleto.Lo que se hizo de todo lo allí guardado nadie ha dado razón hasta la fecha.
El Pazo de Meirás era de Dña.Emilia Pardo Bazán.Debió de moverse en su tumba cuando los Franco lo eligieron como cuna nobiliaria.
Pasaron de ser una familia de clase media con un padre maltratador a unos falsos aristócratas,tan típico de los dictadores que entroncan latrocinios y asesinatos con apellidos más o menos nobles,por aquello de magnificarse y perpetuarse.
El Pazo estaba en ruinas,abandonado,y fue vendido a la familia en uno de esos actos "voluntarios"que tanto sufrió este país durante muchos años.
La restauración,trabajo,expropiación de tierras colindantes,decoración con múltiples robos y demás,corrió a cargo de los vecinos de la zona, y de nuestro  Patrimonio Nacional.
Decía hace unos días un "ilustre" periodista,"Que bien,que vale,pero que se le pague a la familia puesto que lo compraron".
A pesar de lo mucho que dice conocer de Derecho el tal periodista,algo le falla,cuando ignora que un bien robado en tiempos de guerra o dictadura no es lícito nunca,y vueltos a la normalidad democrática,dichos bienes han de ser restituidos a sus legítimos propietarios.
Los excesos nazis y  reclamaciones de herederos de víctimas siguen llenando páginas de informativos.

Por motivos que se escapan a todo razonamiento,aquí no se restituye,seguimos pagando a una banda de sinvergüenzas sus caprichos,y todos,o casi todos,calladitos y tente tieso.

No es legal,no es justo,es criminal, que nosotros,el Pueblo, sigamos soportando la carga de tanto crimen que continúa impune,cuando debieran de ser ellos los que pagasen a sus legítimos propietarios y víctimas.
Devueltos a tumbas dignas de seres humanos tantos y tantos asesinados antes,durante y después de este infecto dictador y sus malditos coriféos.
Para acabar cuento una anécdota que, puesto que sus protagonistas ya fallecieron,opino  que no perjudicará a nadie.
Establecida la Dictadura,la Collares,que es como llamaban a Carmen Polo,hacía visitas frecuentes a joyerías diversas.
Entró en su área de acción una importante entonces,con años y prestigio,Los Fernández.
Estaba situada en la esquina de una de las calles de acceso a la Plaza Mayor,la que está casi al frente del palacio de Asuntos Exteriores.
Por relación familiar fui a comprar un recuerdo,la persona que me acompañó los conocía de años,y con confianza empezaron a contar anécdotas,en especial los apuros que pasaban muchos joyeros de Madrid con la Collares.
Se presentaba sin avisar,barría los escaparates y dejaba a los propietarios a dos velas.Decía que se llevaba las joyas para probárselas con tranquilidad y estas nunca volvían.
Los Fernández,por su situación en la calle idearon un plan,tenían preparados dos escaparates.Contrataron a un muchacho para que vigilase,y en cuanto la comitiva enfilaba la calle Carretas corría a avisar,vaciaban las bandejas de los escaparates y ponían otras mucho más sencillas en obra y valor,llegaba la tal,miraba,preguntaba y vistas las piezas decía que volvería otro día,así varias veces,hasta que dejó de venir y clavó sus zarpas en otros sitios.
Los Franco,y me atengo estrictamente a los hechos,robaron y abusaron hasta la saciedad en este país,nada de lo que tienen les pertenece en origen,son latrocinios.El esquema es el mismo que el de todos los dictadores que en el mundo son.
Restituírlo a sus legítimos propietarios es de Ley.
Durante muchos años,en la extraña amalgama social que es España,siempre hubo notarios de estas rapiñas,que se encargaban de tomar nota,hasta fotografías de lo robado,en la esperanza de que en futuro todo aquello volviese a su origen.
No quiero dejar de lado un tema bien doloroso por afinidades.El Patrimonio del Museo del Prado y las obras de Arte de la Desamortización.
La segundas están arrumbadas en sitios diversos,muchas perdidas por el robo solapado de determinados anticuarios,afines a Collares y cía.
Respecto al Prado fueron más sibilinos.
Muchas obras salieron para decorar Embajadas por orden de la dictadura.
Se colgaban un tiempo,en un momento dado se hacía una reforma en alguna sala y el cuadro se descolgaba,unos volvían,otros,no.
Había Acta de los depósitos temporales del Prado,unas permanecen,otras,no.
También desaparecían préstamos temporales a algunas muestras o exposiciones.
Todo en el más riguroso orden de evaporación ante nuestras narices.
Luis Candelas es una Hermanita de la Caridad ante el salvaje robo que hemos sufrido durante la Dictadura.
No se entiende que el Valle de los Caídos no se haya demolido.
Es insoportable que los asesinados en las cunetas no hayan sido recuperados para la memoria y dignidad de las víctimas.
Alucina que todavía se niegue lo evidente y se niegue la mayor por parte de los fascistas de siempre ahora disfrazados de humildes ovejas demócratas.
Ah,y para aquellos que insisten en ver solo una parte de la realidad,o negarla,memoria y hechos,memoria y hechos.

En todas las guerras se cometen excesos,lo que las hace especialmente odiosas.pero aquí había una legitimidad democrática y los sublevados fueron solo eso,sublevados.
Es imposible negar lo que ya esta probado,testificado.
A menos,claro esta,que sea uno de ellos.
Entonces podemos llamarlos por su nombre,asesinos y corruptos. 

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